Entre rosa y rosa, la verdad se asoma (?) {Higinia}

Sonreí, girándome para descubrir la bella y agresiva persona de Higinia. Higinia... Habíamos estado un año saliendo y creía que era el único de sus "amigos" que no la llamaba Gini. La verdad era que me gustaba bastante su nombre, era distinto como una brisa fresca un día caluroso de verano, sentaba bien distinguirme de los demás por ello, un pequeño detalle con importancia para mí.
- Uhm, si con ocupado te refieres a que una chica guapa, alta, castaña y
de ojos grandes y profundos debería de estar aquí conmigo sí, tendría
que llegar pronto. Pero si por el contrario dicha chica eres tú entonces
deberías ocupar tu lugar junto a mí.- Me acerqué a ella y le di dos suaves besos en las mejillas sonrosadas, a modo de salutación. Le mostré la botella de vino con una pequeña sonrisa picarona y, suponiendo que se estaría preguntando porqué lo llevaba, por si acaso me aventuré a explicárselo, no fuera a ser que se hiciera malas suposiciones en su cabecita llena de pájaros.
- Me he tomado la pequeña molestia de traer una botella de vino de las de mi familia y así bebemos y hablamos como solíamos hacer. - le indiqué que se sentara en unos bancos de hierro revestido con pintura blanca.
- Se me ha olvidado traer copas ni nada de eso, pero ya que los dos hemos provado la saliva del otro - y lo que no es saliva... pensé para mis adentros, pero me lo guardé por si resultaba demasiado obsceno o desacorde con nuestra situación actual. - he pensado que no importaría que bebiéramos a "morro". Si no te gusta me da igual porque pienso beber de todos modos - dije bromeando. Cogí la botella y la destapé con las manos. Cuando toda tu familia se dedica a cuidar de una empresa de viñedos acabas sabiendo destapar botellas hasta con el dedo meñique. La verdad era que si me hubiera gustado la empresa de viñedos hubiera tenido un gran futuro en ella ya que los negocios se me daban bastante bien y, ya que la empresa era familiar, ya lo tendría casi todo hecho. Pero no, prefería formar mi propio camino a partir de mie sfuerzo y mi dedicación a ello y eso no incluía a viñedos por ninguna parte.
- Cuentame qué tal ha ido en París, estás radiante.

Me reí ante el comentario de Higinia. En realidad, cualquier otro día hubiera mirado por toda la gente que podría haber estado observándome desde que había salido de mi hogar, pero no sabía por qué, aquel día estaba diferente. Tal vez me recorría por el cuerpo un sentimiento de añoranza para con ella o tal con mi hermano Christopher, por tenerlos a todos ya aquí. Desde que se habían ido mi vida había sido un contínuo vaivén de fiesta, bebida y inconsciencia. Tal vez estando ellos aquí me controlara un poco más. No, en verdad carecía de la cualidad de poder cambiar mi personalidad.
- Si a ti no te importa a mí menos. Además, creo que los periodistas tienen cosas mejores que hacer que perseguir al hijo de un importante primer ministro o a una de las herederas de la famosa casa de moda Burberry, ¿no crees? - dije con un tanto de ironía. Seguro que había alguno escondido detrás de una farola, haciendo ver que leía el periódico o dentro de alguna cafetería mirándonos por la ventana. Nos fotografiarían y lo venderían a cualquier revista de cotilleo. Seguramente en portada: <<¿Habrá reconciliación?>>

Tal vez sí que era poco prudencioso presentarse ahí de esa forma, con una botella de vino en la mano y colgado por las falsas esperanzas que albergaba en mi interior, tal vez de lograr conseguir al menos otra vez la amistad de ella. En cuanto a su comentario sobre el compartimiento de la saliba no pude hacer otra cosa que mostrar una mueca extraña que pretendía ser una leve sonrisa.

Al ver lo retractada que parecía estar en cuanto a lo de beber le dije:
- Tranquila, si quieres beber solo tú de la botella compro otra y ya está, ¿eh? Por el contrario si lo que tienes miedo es de las miradas públicas si quieres te invito a un té o a mi casa a beber - eso había sonado a proposición de intimidad pretenciosa, pero no iba con malas intenciones pero tratándose de mí, ¿qué no iba con mala intención? Claro que la conquistaría si estuviera en mis manos, pero por otro lado no quería que me odiara más de lo que ya lo hacía. Y seguía pensando en eso mientras esperaba su constestación, seguramente negativa a cualquiera de las preguntas.