Clarisse Wertheimer, bitches

Voces a todo pulmon, zapatillas de tacón contra el suelo, telas de vestidos susurrantes contra el viento, la gente ir y venir buscando cosas entre todos los tocadores y entre las prendas colgadas en aquellos carritos moviles. Faltaba muy poco para comenzar la pasarela de moda organizada por los alumnos de la clase 2010 en la prestigiosa escuela 'Central Saint Martins'.

Sin embargo, entre todo el murmullo ahí estaba ella sentada frente a su pequeño tocador rosa pálido mirando su reflejo en el espejo de media luna decorado con bombillas pequeñas y redondas que proyectaban su luz amarilla sobre aquel perfecto rostro de porcelana. Clarisse parecía imperturbable, como si todo aquello que sucedía a su alrededor se encontrara completamente ajeno a ella, le gutaba la idea de poder participar en ésto aunque no fuera más que un proyecto de la escuela, no perdía la esperanza de que un día, no muy lejano según ella, se encontrara en los camerinos de las pasarelas más importantes del mundo.

A Clary le gustaba todo, nada en el mundo de la moda lograba disgustarla y cada dibujo que hacía, cada tela que veía, cada pasarela en la que participaba tenían un aroma un tanto dulce y penetrante, aquel aroma que sólo dejaba la pasión que impregnaba en cada una de sus actividades. Era una chica completamente dedicada, cosa que había aprendido de Gabrielle y Donovan a quienes admiraba y que ésta noche, muy apesar de sus múltiples ocupaciones, se encontraban junto con Amelie entre el público.

Coloreaba cuidadosamente sus mejillas con rubor cuando alguien le dio un empujón por la espalda, la joven se giro para ver quien había sido, uno de sus torpes compañeros que no había tenido cuidado al pasar.

-Deberías tener cuidado- dijo en un tono helado que no admitía replicas y casi exigía una disculpa. Giro los ojos mientras el chico balbuceaba algunas cosas desordenadamente y apenas se lograba entender 'lo siento' y 'no me fije'. Con un además le hizo entender que se fuera. ¿Por qué la gente era así? ¿Por qué eran tan descuidados? Claro, todo se debía a que no eran iguales, a que había personas (como ella) que eran mucho mejores que los demás en algunos aspectos, por no decir que todos.

Se levanto de su asiento, había llegado a la desición de que no podía lucir más perfecta ni aunque se pusiera todo el maquillaje del mundo. Echó a andar al lugar dónde esperaría su turno, aquella parte de la pasarela que quedaba oculta tras un par de sedosas cortinas, ahí donde las 'modelos' tomaban su último aliento antes de salir ante el público. Si bien no podía ver por completo a todos los presentes al menos lo hacía parcialmente, ver el rostro de las personas y deducir sus expresiones era algo que le encantaba, así podía darse una idea de que tanto estaba gustando el evento, por las impresiones de la gente.

Le sorprendió un poco al encontrarse con Amelie a medio camino, aunque la sorpresa no podía asomarse en su rostro, debía de permanecer imperturbable y completamente concentrada para su presentación, por lo que se limitó a preguntarle qué estaba haciendo ahí. Rápidamente, su hermana le explico que había olvidado su pulsera favorita en el auto y quizás la necesitaría. Clarisse sonrió internamente y sus labios apenas lograron curvarse un poco hacia arriba, iba a agradecerle muy a su modo el gesto cuando se vió interrumpida. Nada molestaba más a Clary que interrumpieran sus conversaciones.

La grave y pastosa voz de Micke, uno de sus odiosos compañeros, era inconfundible. Y ahora llegaba a molestarla, no le importaba que lo hiciera si era sólo ella la involucrada pero ahora se había atrevido a decir un par de cosas que incluían a Amelie. Clarisse chasqueo la lengua.

-¿No tienes algo mejor que hacer como... buscar tu materia gris?- lo cortó cuando empezaba a decir algo así como "Wertheimer, de saber que estabas con una chica tan buena como ella me hubiera olvidado que eres una niña creida y hubiera venido antes a hablarte..." el típico chico que nada más busca a cualquier mujer que le agrade a la pupila para intentar llevarsela a la cama -Ya, pierdete... la zorra de tu novia te está esperando por ahí- tomó la mano de su hermana y se la llevo rápidamente, y casi arrastrandola, lejos del rufian ese. Sabía que Amelie no era el tipo de chicas que socializan con cada persona que se topan, debido a su timidez, y aunque así fuera no le iba a permir que se acercara a tipos como ese.

-Vete a tu lugar, enana ¿no ves lo que haces?- dijó tomando la pulsera entre sus dedos y colocandosela en la muñeca izquierda. Acompañó a su hermana hasta la salida, no tenía ni un apice de ganas que se encontrara de nuevo con personas desagradables como aquel -¡Ah! Y Amelie...- espero a que su hermana volteara a verla -Recuerda que si estás buena es porque saliste de mi lado de la familia- añadió suavizando un poco la voz regalandole algo muy parecido a una sonrisa antes de que ella desapareciera entre la multitud de afuera.

Clarisse giro sobre sus talones y se retoco ligeramente el cabello, levanto ligeramente la barbilla y miro a todos a su alrededor, gente poco importante la rodeaba, las personas realmente importantes estaban sentadas a fuera y parecía que gritaban su nombre cuando era llamada para hacer su aparición.