·Cold afternoon· (Christian)

Sonrio de lado. No todos los días se encontraba con una chica que le dijera con un tono de voz agradable, que el que estuviera cerca la hacia sentir intimidada. Seguramente se acababa de mudar a algún lugar cercano. Pensó con detenimiento que es lo que le respondería, tenia ganas de reír un poco.

-No era mi intención –se encogió de hombros. Al escuchar su pregunta asintió levemente- Es solo que me pareces conocida…

Dejo su respuesta en el aire. Si era una Modelo cosa tan más lógica, era realmente bonita; actuaria de forma negativa. Si era una persona común y corriente lo aria de igual forma. Asi que en cualquiera de los dos casos su respuesta le diría todo.

Su risa de hizo presente, un poco. ¿Tan antisocial se veía? Tenia que hacerse mas conocido definitivamente ya pensaría después como lo aria.

-No importa…

Una “O” se formo en los labios de Christian. No se esperaba ese tipo de respuesta de alguien como ella. Había sonado algo engreída pero no del tipo que presume en lo que se dedica, era más del tipo sincero que podía decir en lo que trabajaba sin sentir que la fama se le subiera.

Vio su mano extendida y aunque titubeo un poco en saludarla al final lo hizo –Soy Archer, Christian Archer y el gusto es mio –sonrio- Y no, de hecho tampoco te conozco pero supuse que serias una modelo –hizo una mueca- ¿Qué hace alguien como tu aquí? claro, si no te incomoda mi pregunta.

Se pregunto si era demasiado rápido para un tipo de pregunta asi, pero casi instantáneamente descarto esa idea.

Se sentía raro. Al verla sonrojarse había sentido como si su respiración aumentara eso solo podía llevarlo a una cosa: le gustaba y eso que apenas la conocía. También le caía bien pero eso ya no era tanto un problema. Tenía que quitarse esa idea pero ya, había sacado conclusiones demasiado apresuradas.

Christian llevo su mirada hacia el aparador cuando ella le estaba dando la explicación. El abrigo era bonito tenia que admitirlo… pero no tanto, sinceramente había visto unos mucho más lujosos y llamativos, nunca entendería a las mujeres y sus gustos.

-También lo veía –sonrio- Si tanto te gusta ¿Por qué aun no lo compras? - A veces le gustaría callarse, era muy preguntón. Eso lo hizo reír sin razón alguna.

Tenía curiosidad de que era lo que pasaba en ese mismo instante en la mente de la chica. Se preguntaba si realmente lo que el dijo se oía creíble y ella le había creído por que no era mas que la verdad, no quería sonar como si se le estuviera insinuando.

-Sera un placer –sonrio. Apenas y le rozo la espalda con su mano para que ella entendiera que debían caminar hasta la entrada– Entonces acabas de mudarte aquí –aseguro.

Al ver la cara de sorpresa de Amina el solo sonrio con satisfacción. Ambos se dirigieron al mostrador en donde una joven los atendió, bueno la atendió a ella. Christian solo le dio tiempo y espacio para que hiciera las compras que creyera necesarias.

-Gracias –le comento mirando hacia otro lado- Es mi favorita por el color...

Su acompañante asintió ante la afirmación que el había afirmado. Bueno, al menos no estaba tan perdido y aun conservaba ese don para saber algo sobre una persona con tan solo lo que decía.
Hoy era su dia de suerte, había salido a distraerse del pesado y asfixiante trabajo que siempre lo rodeaba en la cava y aparte estaba ganándose una acompañante y amiga. Y le agradaba, era simpática, bonita e inteligente y sobre todo no era superficial. No tenia el estereotipo de “Si es bonito, seguro no es inteligente”

Dentro en la tienda ella pregunto por más modelos de chaquetas, se le confirmo y tomo su mano. Solamente se dejo llevar total no podía pasar nada malo si lo hacia. –Tal vez algún dia te regale una –sonrio de lado. Christian solamente la veía de reojo escoger entre tantos colores y texturas, al final ella se había decidido por una de cuero negro. Poso y el rio –Sin duda eres una modelo –el negó cuando Amina pidió perdón- Te queda bien, demasiado bien –sonrio.

Christian desvió su mirada cuando la vio sonrojarse de nuevo. Vio como pagaba su ahora nueva prenda y espero junto a ella pacientemente a que regresaran con ambas cosas. La siguió cuando la chica que atendía los llamo y salieron de la tienda.

-Alemania –repitió- Bueno no tiene nada que ver el que seas extraña para mí. En ese caso me mudare cerca de ti para darte la bienvenida y asi dejaras de serlo –rio. Lo había dicho pensando en que normalmente cuando alguien se muda a un lugar nuevo todos los vecinos le dan la bienvenida y es asi como se crean los conocidos lazos de amistad.

Al escuchar la pregunta negó rotundamente – Solo pasaba por aquí, no tenía pensado comprar algo –metió ambas manos en su chaqueta- Cuando quieras un tour por aquí o cuando te pierdas puedes llamarme –le extendió un papel con su numero.

Christian solo sonrio evadiendo completamente su pregunta. No era buena idea responderla si quería conseguir una amiga, aunque después seguro se metería en problemas por mentir. El no era de ese tipo y sabia con seguridad que después iba arrepentirse de no decir la verdad –Esta bien, si pensaba comprarlo pero tal vez compre otra cosa –se encogió de hombros.

Tomo la tarjetita verde y la miro. Tenía una excelente y delicada caligrafía, eso decía mucho sobre su personalidad. Era justo como la imaginaba, a pesar de ser modelo aun conservaba su lado humano y simpático, no era de las mujeres totalmente alzadas con aires de grandeza.

-No suelo aceptar que una mujer me invita –hizo una mueca- Pero are una excepción –sonrio de lado. Ambos comenzaron a caminar por la orilla de la acera hacia el café más cercano.

Ambos seguían caminando. Christian se preguntó si realmente ella sabía el camino, pues de todas las veces que había estado por ahí nunca había encontrado un café cerca de ellas calles, el más cercano era uno que estaba cruzando la avenida principal. Al escuchar su pregunta el mayor de los Archer sonrió – ¿Pretendías llevarme a un café y no sabes siquiera donde hay uno cerca? –La vio de reojo, ella solamente había bajado la cabeza- Se dónde, no está muy lejos de aquí…

Subió su mirada al cielo, al parecer llovería pronto. Eso era buena señal, le gustaba la lluvia pero no soportaba mojarse mucho -Soy en encargado de un viñedo –sonrió- Es la cava familiar, así que ahí es en donde trabajo.

Christian se quedo pensativo. Ahora que lo meditaba nunca se había puesto a pensar con profundidad que era lo que sentía al trabajar en la cava. Era político de nacimiento, había estudiado leyes en la mejor universidad de Inglaterra… pero al final había decidido dedicarse a los negocios. -Es gratificante –se encogió de hombros.

Miro a su acompañante de reojo y le prestaba la atención necesaria. Bueno definitivamente estaba buscando un nuevo “renacer” por asi decirlo –Pues me parece perfecto que quieras empezar desde cero, te costara trabajo de eso no ahí duda alguna –sonrio- pero podrás lograrlo.

Llegaron hasta una esquina, decía a gritos que aquel lugar era un café con tan solo ver las mesas situadas afuera. Era un lugar pequeño pero acogedor y cálido, se veía bien. Christian la miro para decirle con la mirada que era el único que conocía, asi que dada su respuesta ambos entraron y se sentaron cerca de la ventana. -Solo debes tener en mente que nadie va a protegerte ahora de lo que te hagan, solo asi podrás llegar a lo que aspiras –sonrio de lado- Asi lo logre yo –rio.

-Estemos afuera y si llueve entraremos ¿Esta bien? –le pregunto. Christian tomo la carta y comenzó a leer los tipos de café que se servían. Una sola vez había entrado y había probado un tipo pero ahora no recordaba el nombre. Eligio uno a la zar y la joven que los atendía lo apunto rápidamente.

Mientras su acompañante leía en silencio lo que pediría, el se percato de que las pocas personas que estaban ahí, se les quedaban viendo. En si no le quedo demasiado claro si lo miraban a el, a ella o ambos. No le dio mucha importancia al asunto y solo sonrio bajando la cabeza. El mundo era muy pequeño y eso no se le hacia nada raro.

Negó rápidamente. No quería incomodarla, a veces el podría parecer tan serio y reflejar que casi esta llorando por dentro pero era todo lo contrario, se divertía bastante. Siempre le costaba trabajo demostrar lo que sentía.

-Nada –rio- ¿A ti te preocupa algo? ¿Te incomoda que te vean aquí conmigo? –pregunto.

No sabia de donde había sacado la pregunta, ni si quiera la pensó y solo la dijo. Era lógico si decía que si, después de todo ella era modelo y su cara era conocida. Por el contrario del solo era muy conocido el nombre por los vinos.